Capítulo 09.
Llegaron juntos a la empresa, como de costumbre desde aquel día en que Jungkook fue en busca de Jimin.
El equipo del ojiverde estaba terminando de colgar los últimos adornos en los otros niveles, este podría ser su último día de trabajo, fue más difícil de lo que se esperaban, ya que con las otras actividades se tuvieron que dividir para los diferentes encargos, pero ahora solo se encontraban dando los últimos detalles para la cena y otras cuestiones de la empresa.
Jimin se había quedado impresionado con el departamento de Jungkook cuando lo acompañó a cambiarse de ropa, era muy lindo, lujoso, acogedor y claro que el alfa no perdió oportunidad ofreciéndole la mitad de su cama, a lo que Jimin le propuso aceptar si este le dejaba decorarlo con temática de Navidad.
Mientras compartían el desayuno, el pelinegro le ofreció pasar la noche con él, Jimin no se pudo negar.
Al final lograron terminar de colgar todo en la casa del alfa menor, entre bromas y juegos, pero lo lograron. A Jimin no le importó tener el doble de trabajo cuando Jungkook enredó más las luces.
O cuando movía de lugar cosas que él ya había acomodado.
O cuando por accidente descolgó todas las guirnaldas de la pared.
Jungkook, después de unas cuantas burlas culpando a Jimin de distraerlo con su belleza, aceptó su derrota cuando este empezó a negar algunos besos como castigo.
Ahora estaban tomados de la mano. Jungkook se mordió las uñas cuando vio todo lo que aceptó para la empresa.
—El amor, el amor... —el pelirosa susurró a su oído cuando salían con la escusa de ir por unos materiales y hacer unas entregas.
Jimin era uno de los mejores en la decoración. Jungkook lo corroboró cuando lo acompañó a la entrega de un proyecto para una sección de modelaje.
Sin complicarse tomó un maniquí y le formó un vestido con malla para luego incrustar follajes navideños para darle mejor forma al atuendo, por último lo decoró con algunas flores y brillantes.
Los encargados amaron tanto su trabajo que le preguntaron si no estaba interesado en modelar o seguir yendo en las otras temporadas a cambiar los escaparates.
El alfa orgulloso agradeció la oportunidad diciendo que esperaría por su llamada.
—Eso, bebé —Jungkook lo felicitó cuando salieron del local.
Aún no comentaban algo de su relación, les bastaba con saber que se tenían el uno al otro.
Pero quien sabe... Algún día podrían gritarlo sin ningún temor.
De regreso notaron a Seokjin a lo lejos hablando por teléfono, parecía estar discutiendo con alguien. Namjoon dirigía a unos alfas y omegas de su misma empresa, eran los encargados de modelar la nueva fragancia para las castas, algunos de ellos en familia o simplemente solos, parejas de alfas o de omegas.
Fue algo que cambiaron a último momento cuando Jimin les propuso aprovechar todo el ambiente navideño y hacer algo diferente con la campaña, algo propio que se sintiera real y no tan comercial.
Lo único que faltaba era prender las luces del gran árbol.
El pelirosa tenía en brazos a Jia cuando la pequeña omega presionó un botón para encender el enorme árbol, todos aplaudieron admirando el gran trabajo del alfa.
—Asegúrate de darle una buena paga a Jimin, esto es totalmente hermoso —Namjoon admiraba todo el ensamble muy asombrado.
Jungkook giró viendo a Jimin para guiñarle el ojo y darle una mirada profundamente coqueta.
Seokjin se acercó para que solo ellos lo escucharan —Aquí no vale el sexo, Kook.
El pobre pelirosa cambió de colores y decidió seguir con su trabajo e ignorar las bromas que escuchaba.
A todos les encantó y por ahí andaban Taehyung y Hoseok dirigiendo los últimos arreglos, Jongin parecía ser la sombra de Jungkook siguiéndolo por todos lados.
Jimin llamó a todos para empezar, Jungkook estaba atento, ya que según él la mirada del beta fotógrafo no era para nada profesional con el pelirosa.
Se formó un ambiente cálido y hogareño, los primeros fueron una familia de mujeres alfas con su pequeña cachorra en manos, posaron con pijamas a juego, sosteniendo el perfume que una le daba a otra.
Ese fue el inicio, lo demás se dio en esta forma:
La pareja de omegas cocinando unas galletas para representar el olor de la fragancia.
Un alfa soltero disfrutando de su propia compañía con un poco de ponche en sus manos mientras estaba frente a la chimenea.
Otras alfas formaban una fogata con pedazos de madera.
Jungkook se detuvo admirando todo, Jimin simplemente brillaba dando órdenes de que hacer y como posar, hacía reír a los empleados, por lo tanto, las fotos lucían espectaculares.
Jungkook únicamente disfrutaba ser espectador.
Jimin llegó hasta donde el mayor ubicándose justo a su lado —Todo se ve maravilloso.
—Es gracias a ti —respondió con cariño en su voz.
—Y a ti, me permitiste ser, confiaste y sacaste lo mejor de mí —sonrió enternecido.
Jungkook se relamió los labios —Bien decía un antiguo y sabio filósofo —se removió con las manos dentro de las bolsas de su pantalón y alzando su mentón, espetó—:"Quédate con el que saque lo mejor de ti y te meta lo mejor de él"
Jimin se giró propinándole un manotazo con temor a que alguien pudiera escucharlos, el pelinegro se burló de él por lo rojo y nervioso que se puso.
En un momento Jimin fue hasta donde Taehyung, que llegaba con unas cajas junto a Hoseok, sonriente regresó con los demás sacando y tendiendo a cada uno un suéter con tejidos navideños.
—Ni en un millón de años usaré una mierda como esa —Jungkook bufó con mala cara.
—Vamos, Jungkook, ¿en dónde está tu espíritu navideño? —inquirió el ojiverde aguantándose la risa.
—Tres metros bajo tierra.
Inocente le tendió un color rojo con el dibujo de una carta al frente —Póntelo, por favor.
Por la risa coqueta que se dibujó en los labios del pelinegro, Jimin supo que alguna locura iba a decir, algo seductor se acercó —Te ves tan jodidamente tierno con esa tontería puesta, pero creo que te verías mejor con ese estúpido suéter pero sin nada abajo.
Jimin se incorporó de inmediato —¿Jungkook, qué diablos pasa contigo?
—¿Qué diablos sucede contigo? ¿Siempre tienes que verte tan jodidamente sexy? Me agotas Park, cálmate un poco —bromeó intensificando el rubor en las mejillas del pelirosa.
Sin fijarse, un Jongin muy enfadado se acercó a Jungkook llamándole —Señor Jeon.
Ambos se pusieron de pie, el omega tenía el ceño fruncido y se dirigió a Jimin —Al jefe le desagrada ese tipo de cosas, son una tontería para él.
Jungkook le vio con una ceja alzada —Te pido que no asumas nada referente a mis gustos.
El omega bajó el rostro —Disculpe, señor, no era mi intención.
—¿Para qué me necesitas?
La respuesta se vio interrumpida gracias a alguien gritando su nombre.
—¡Jungkook! —la voz chillona de su madre se escuchó dejando a todos en completo silencio.
Minjae, se acercaba vestido de traje, con una bufanda rodeando su cuello, lentes de sol puestos y una enorme bolsa colgado de su brazo izquierdo.
—¿Quién jodidos usa lentes de sol en pleno invierno? —el castaño alfa comentó.
Nadie había reaccionado ante la petulante presencia del omega. Se quitó los lentes dejando mostrar sus ojos azules, caminó con altanería extendiendo los brazos a su hijo alfa.
—Mi niño precioso —lo atrajo en un abrazo.
—Hola, madre —Jungkook atinó a decir, no le había visto desde hace casi dos años cuando su padre enfermó y le culparon por eso.
—Sorpresa, señor Jeon —Jongin se acercó alegre—. Me tomé la libertad de ir por su madre, hace días me comentó que quería venir a verlo y ahora fue posible.
El alfa apretó una sonrisa forzada.
—Es un gran omega —comentó Minjae en el oído del alfa.
Seokjin sabiendo de los estragos que se podían formar, llegó a saludar de forma cortés —Qué gusto, Minjae, ¿cómo están todos?
—Seokjin, luces espléndido —le barrió con la mirada.
—Gracias...
El omega mayor se dirigió a Jungkook —Y bien, ¿qué es todo esto? No sabía que de pronto te gustara toda esta tontería —observó de forma despectiva su alrededor.
—Madre...
—Tranquilo amor, yo solo he venido a ver porqué mi pequeño ha ignorado mis llamadas.
—He estado ocupado.
—Me imagino que es porque ya tienes un lindo omega a tu lado —comentó entusiasmado.
—¿Qué? —Jungkook no podía creer lo que su madre decía.
—No te hagas el tontito, Jongin es perfecto, tu padre lo adorará.
Seokjin ordenó a todo el equipo de la empresa, montaje y decoración a que pasaran por un poco de café y emparedados que les prepararon en el segundo nivel.
Jimin se encogió en su lugar, Hoseok lo tomó de la mano. Namjoon intentó llevarlos arriba, conociendo al omega, era claro que eso no iba a terminar nada bien, pero Jungkook se lo impidió.
—Madre...
—Yo sabía que eran el uno para el otro, solo míralo es tan hermoso —Minjae elogió al sonrojado omega—. Yo mismo le encargué que cuidara de ti, tanta gentuza rodeándote ha de ser agotador.
—¿Podrías parar? Estás haciendo el ridículo, yo ya te dije que...
—Que mueres por llevar a casa a un omega, porque eres un gran alfa —su madre le interrumpió con un agudo tono de voz.
Los chicos intentaron salir nuevamente de ahí, pero Jungkook les pidió que se quedaran.
El omega fue hasta donde Jongin estaba pasando un brazo sobre sus hombros —Es muy lindo, tráelo a casa para la cena del 24.
—Claro que iré a la cena —sonrió.
—Pero esas son magníficas noticias.
—Señor Jeon, será todo un gusto...
—Aguarda, Lee Jongin —el alfa le hizo callar elevando el tono de su voz, cuando usaba su nombre completo significaba que estaba muy enojado.
—Jungkook, ¿cómo te atreves a utilizar ese tono en tu omega?
—Silencio, madre, con todo respeto te pido que cierres la boca de una jodida vez —espetó molesto.
—Pero...
—Te juro que he intentado ser respetuoso y condescendiente, contigo es imposible.
—¡Jeon Jungkook!
—Iré a la cena solo si aceptas lo que yo necesito y no tus tontos deseos.
El omega sintiéndose acorralado empezó el drama —No te atrevas a decir algo, es una abominación. Por esas tontas ideas tu padre enfermó.
Taehyung estaba sentado comiendo unos aperitivos que sirvieron para la sesión de fotos, Hoseok abría la boca aceptando lo que su alfa le daba atento a todo lo que pasaba.
Namjoon tenía a Seokjin en sus brazos.
—Papá no enfermó gracias a mí, él sabía desde mucho antes que tú, él me aceptó y me amó por lo que jodidamente soy.
—Eso no es verdad...
—Pregúntale, y que te diga la verdadera razón de su estado de salud.
—No te atrevas a decir que, por mí, no seas insolente.
—Lo volvías loco, madre, le exiges tanto, no sé cuándo cambiaste tanto, tú no eras así. Él te ama con tanta devoción que yo tenía ganas de arrancarme los cabellos porque siempre es tan paciente y te muestra lo bueno de la vida y tú solo vas a lo material siendo despectivo con todos.
—No...
—Le dolió que me sacaras de casa solo porque te dije que me van los alfas, sabes que para él lo más importe es su familia y tú rompiste todo lo que él amaba.
—¡Cállate!
—Ya no diré más, pero que te quede claro, no me gustan los omegas, me trae loco un hermoso alfa que pareciera que es capaz hasta decorarle las bolas a alguien.
—¿QUÉ?
—Así que si tú quieres que volvamos a ser la linda familia de antes, debes respetarme a mí y a mi pareja.
—¿Cómo? No puedes hacerme esto —sollozó.
El pelinegro se acercó a Jimin tomándolo de las manos —Podría parecer un puto lunático, pero siento que amo a este alfa, porque desde que lo vi todo se removió.
Jimin sonrió apretando su agarre.
Todos fingieron sorpresa ante la confesión tal y como lo habían ensayado.
Jongin se acercó furioso —Pero es un alfa. No lo merece.
—¿Qué? No puede ser, no me había dado cuenta —comentó sarcástico.
—Eso no es natural, es una asquerosidad —fijó la vista en el pelirosa.
—Cuida la manera en que te diriges a mi alfa.
—No, yo era, usted y yo... —vio con odio a Jimin.
—Entiende, no tengo la menor idea de porque tú tan siquiera imaginaste que había algo entre tú y yo. No me gustan los omegas, ¿entiendes?
—Pero su madre dijo que...
—Mi madre no tiene potestad en mi vida.
Se acercó a Jungkook —Eso no es justo, eso NO es un omega —señaló a Jimin caminando a él con intención de atacarlo—. Es una asquerosidad, un puto enfermo que solo vino a ponerse a que usted lo jodiera —Jungkook se acercó para proteger al pelirosa que hasta ahora no fue capaz de pronunciar palabra alguna, pero la bofetada que Seokjin le dio a Jongin le hizo callar.
—Ten un poco de respeto, ya te dijo que no, ninguno de ellos podrá sacarte a rastras de aquí, pero no dudes que yo no lo haría.
La voz de Jungkook se escuchó en tanto sostenía a Jimin en sus brazos —Lee Jongin, está despedido, le deseo feliz Navidad, pase a contaduría por su pago, está de más decir que espero que no intente nada en contra de mi alfa, por qué entonces me conocerá y dudo que quiera ver ese lado de mí. Le deseo buena vida.
Avergonzado salió limpiándose las lágrimas.
Minjae con el mentón elevado se acercó en un último intento —Jungkook...
—Basta, ya no quiero escuchar, ya he dicho todo y para finalizar ten en cuenta que es mi pareja, que si él y la vida me lo permiten será mi esposo y pronto mi marca estará en su cuello.
El omega se giró dejándolos a todos para salir de ahí, Jungkook suspiró.
—Kook —llamó el pelirosa.
—Lo siento, bebé.
—No, tú perdona, yo no sabía qué decir.
Ahora sí, todos caminaron con sigilo para salir y dejarlos solos.
Jimin rodeó el cuello de Jungkook con sus brazos, el alfa lo abrazó por la cintura —¿Así que tu esposo?
—¿Me estás proponiendo matrimonio, alfa? Qué atrevido eres.
—Una cosa.
—Dime —se hablaban sin despegar la vista del otro.
—Puedes decirme loco igual, porque yo también siento que te amo.
Jungkook sonrió besándolo lleno de amor.
Taehyung se acercó llamando a todos para que vieran a la pareja —VIVA EL AMOR HIJOS DE PUTA —gritó emocionado, aplaudiendo con algo de comida en la boca.
Afuera empezó a nevar y Jimin se apegó a su alfa, Jungkook besó su mejilla —Te juro que si dices que eso es una mierda de milagro de Navidad, moriré y será tu culpa.
Jimin se carcajeó besándolo, disfrutando de la nieve caer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro